Desde la escuela
los jóvenes enfrentan presiones a veces de los propios compañeros para hacer
algo negativo como fumar cigarrillos, consumir drogas, alcohol, ser parte de
una pandilla o tener relaciones sexuales libre. En este artículo quiero sugerir tres pasos sobre cómo los jóvenes pueden enfrentar
situaciones que podrían meterlos en
problemas.
Paso 1. Hacer
preguntas
El primer paso para resistirse a la presión de los
compañeros es hacer preguntas como: ¿Por
qué haríamos eso?, ¿Qué vamos a hacer?, ¿Por qué quieres ir allí?
Una vez que has determinado que tus amigos quieren que tú
hagas algo malo, es útil señalar lo que podría suceder. Por ejemplo, si nuestro amigo dice “Oye,
vamos a robar algo en la tienda”, ustedes dicen “Eso es un delito”. Recordamos
a nuestro amigo que lo que está sugiriendo está mal y ustedes pueden señalar lo
que podría suceder, como “si robamos en una tienda, la policía podría
detenernos y llevarnos a la cárcel. O
nuestros padres podrían enterarse. Podríamos ir a la cárcel por un tiempo; no
deseamos eso”. Cuando tú dices lo que podría suceder, indicas cuales son las consecuencias exactamente y evitarás
que tanto ellos como tú se metan en problemas.
Paso 2. Decir lo que
podría suceder
El segundo paso para resistir a la presión de los compañeros
es decir lo que podría suceder. Las respuestas posibles serían:
·
“Podríamos ser atrapados”
·
“Podrían suspendernos”
·
“Nos prohibirán salir de casa”
·
“Podrían llamar a la policía”
Paso 3. Sugerir otro
camino
El tercer paso para resistirse a la presión de los compañeros
es sugerir otro camino. Una vez que usted haya mencionado el problema y dicho
lo que podría suceder, es útil indicar otra cosa que pueden hacer. Por ejemplo,
si el amigo dice “Vamos a robar en la tienda”, usted podría responder “Oye, por
qué mejor no jugamos un partido de
fútbol” (está sugiriendo otro camino, positivo y constructivo). Otro ejemplo: Si tu amigo te dice “Vamos a
fumar un cigarrillo” usted podría decir a “Oye mejor nos vamos a comer algo”.
Otros caminos a sugerir podrían ser:
·
Practicar un juego de video
·
Ir a jugar futbol
·
Ver una película
·
Ir a comer algo
El último documento 2017 del Ministerio de Salud sobre la
situación de salud de los jóvenes y adolescentes en el Perú sección factores de
riesgo indica que la prevalencia de consumo de alcohol en los adolescentes de
las áreas urbanas del país era de 62,2 %.
Y en las áreas rurales 51,3 %, esto es más de la mitad de la población
adolescente que en su mayoría sucumben ante la presión de sus amigos. La edad
de inicio de consumo de alcohol es bastante precoz de acuerdo a estos estudios
el promedio en las diferentes regiones era de 12, 6 años y similar en Lima y
Callao.
Lo mismo pasa en cuanto al consumo de tabaco y drogas
ilegales como la marihuana, la edad promedio del inicio en los adolescentes del
país era desde los 13 años.
Como podrán darse cuenta los jóvenes y adolescentes están
hoy en día más expuestos y más vulnerables a sucumbir a vicios y adicciones negativas
para su salud tanto física como emocional.
Se requiere que todos los actores de la sociedad como la familia, el
gobierno y la iglesia participen en
entrenar a los hijos en los pasos básicos aquí mencionados para que éstos tengan
éxito en relación a resistir toda presión negativo de sus compañeros.
El consejo bíblico sobre la manera en que se debe resistir
la presión social dice así:
“Sean siempre amables e inteligentes al hablar, así tendrán
una buena respuesta para cada pregunta que les hagan” (Colosenses 4:6).
Jorge Arévalo
Sección: Juventud y Sociedad
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