Cuando veo a mis
hijos crecer y hacerse grandes me viene a la mente el analizar las ventajas de ser
joven como poder gozar de unas vacaciones de verano, recibir dinero para sus
gastos, no tener demasiadas faenas, jugar futbol, poder ir a distintos lugares
con amigos, poder invitar a los amigos a
quedarse a dormir en casa o poder acostarse tarde los fines de semana. A comparación de los padres que tienen un
trabajo al que deben ir cada día
levantándose muy temprano, tener la responsabilidad de educar a los hijos desde
pequeños, protegerte de accidentes, estar ahí cuando quieres jugar con alguien,
estar ahí cuando necesitas ayuda, estar de guardia 24 horas al día, siete días
a la semana a través de las diferentes etapas de la vida de sus hijos, alimentar
bien a sus hijos para que tengan la mejor salud posible, poner reglas con las
consecuencias debidas, pagar la internet y el cable con los que te diviertes,
dar amor siempre que lo necesites, comprarte la ropa, etc.
Ver las cosas
desde el punto de vista de los padres ayudará a los jóvenes a verlos con más
empatía, de igual manera ver las cosas desde el punto de vista de los hijos ayudará
a los padres a llevarse mejor con ellos. Pensemos un momento en lo difícil que es ser
joven como comenzar a tener nuevas relaciones con personas fuera de lo
familiar, nuevas amistades, su cuerpo cambia, comenzar los primeros noviazgos, experimentar
las primeras frustraciones y las tentaciones con vicios como la droga, el
alcohol y el cigarrillo.
Entonces así como
es difícil ser jóvenes también es difícil ser padres y comprender esto debe
llevar a ambos a tener que mejorar su relación. Ambas en sus respectivas etapas
cuentan con aspectos positivos como aspectos negativos. Cuando los padres están molestos o frustrados
en casa, puede ser debido a alguno de las circunstancias ya mencionados,
igualmente cuando los hijos están malhumorados puede también deberse a algunas
situaciones de estrés provocado por alguna razón también mencionada.
Reafirmo que aprender
a ver las cosas desde el punto de vista de los padres ayudará a los hijos a llevarse
mejor con los padres y viceversa.
Los jóvenes deben
tener en cuenta que reciben muchas cosas de sus padres por los cuales deberían estar
más que agradecidos. Estas cosas son físicas, emocionales, privilegios, etc. Piensen
los hijos lo que sus padres hacen por ellos por ejemplo:
·
Compartir
momentos de diversión juntos (una actividad deportiva o juego)
·
Cosas
materiales como casa y alimentos
·
Amor.
Los padres escuchan a sus hijos. Los ayudan con las tareas escolares
·
Cosas
que aprender como la imagen del cuidado que un hijo recibe.
A todo esto se recomienda que también los hijos escriban una
carta con cumplidos o expresiones de agradecimiento para los padres. La honra a
los padres es esencial. El sentido común y las Escrituras como norma por
excelencia para la vida indican que la obediencia a los padres es una honra o
privilegio a considerar. Dios bendecirá este proceder. En los padres está la sabiduría y la instrucción
que los hijos más jóvenes requieren para
llevar una vida menos frustrante y más exitosa.
Finalizo este punto mostrando un modelo de carta de agradecimiento
de un hijo a su padre que sugiero a los jóvenes hacerlo:
“Querido padre________________
·
Una cosa que haces por mí que realmente
agradezco es _________________________
·
Me gusta mucho que tú me muestras amor, cuidado, y me protejas en
todo.
·
Quiero que sepas lo mucho que te amo y te
aprecio
·
Y que estaré pendiente también de ti todos los
días de mi vida, y aun cuando seas viejito te cuidaré como me lo hiciste a mí.
Jorge Arévalo
Sección: Juventud y Familia
(Adaptado del Manual Familias
Fuertes).
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