“No temas, porque yo estoy
contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te
ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isaías 41: 10)
Es uno de los versículos más citados por los creyentes
alrededor del mundo, es de los textos favoritos de muchos, de mí mismo, porque trae gran consolación. Como aquella
primera vez en que lo recibieron los israelitas en el exilio, esta palabra
trajo esperanza, consuelo, alivio a los corazones atribulados y temerosos. Desde
entonces continúa siendo un bálsamo para los hijos de Dios que se encuentran padeciendo.
Dios nos trae en este verso algunas razones poderosas del porqué debemos
alentarnos y no temer. Desglosemos el texto en cuatro partes para un mejor disfrute:
1.
No temas, porque yo estoy contigo
Alguno estudiosos de la Palabra de Dios se pusieron a
contar cuántas veces se encuentra en la Biblia esta frase: “No temas, porque yo
estoy contigo”, porque en realidad es un enunciado poderoso que nos trae gran
alivio, especialmente al que está padeciendo de miedos. Hubo unos años en mi
vida en que yo sufrí de horribles ansiedades que estaba comenzando a afectar incluso
mi salud física y esta potente proposición me sirvió de gran fortaleza. Los expertos
encontraron que en la versión King James
en inglés se pueden encontrar repetidos 365 veces esta misma declaración, es decir,
una para cada día del año, por tanto, este día la palabra rhema para ti es: “No
temas, porque yo estoy contigo”. Es Jesús quién nos demostró cómo debe ser
nuestra acitud ante las tempestades de la vida cuando en medio de la tormenta
del mar dormía profundamente en la barca, como si no existiesen los problemas,
ignorando por completo las circunstancias, mostrándonos de esta manera cómo se
debe vivir en la tierra, con la total confianza en el cuidado amoroso del Padre
que no nos abandona. Exodo 14: 14 dice: «Jehová peleará por vosotros, y vosotros
estaréis tranquilos».
2.
No desmayes, porque yo soy tu Dios que te
esfuerzo
Muchas veces nos sentimos cansados de lo mismo. El ánimo
decae ante las situaciones que parecen no mejorar nunca pero Dios viene a
nosotros con una Palabra y nos renueva. Lo importante es no faltarle a la
oración, a la lectura y meditación de la Palabra, a congregarnos regularmente
en la iglesia, a confesar sus promesas con nuestra boca. El poder de Dios es
suficiente para restaurar nuestra energía y gozo. Ten ánimo, tu redención está
cerca. Él dijo en Isaías 54: 14: “Con justicia serás adornada; estarás lejos de
opresión, porque no temerás, y de temor, porque no se acercará a ti”.
3.
Siempre te ayudaré
Dios es fiel, él no es de los a veces, puede ser, quizás, de
pronto, el Altísimo es de los “siempre”, porque su carácter es de fidelidad.
Confía, no te fallará. La ayuda que necesitas estará allí. El Padre ya fue
delante de ti, así lo dice Isaías 45: 2-3 “Yo iré delante de ti, y enderezaré
los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré
pedazos; y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para
que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre”.
4.
Siempre te sustentaré con la diestra de mi
justicia
No hay mejor sustentador que nuestro Dios. Él es el proveedor
por excelencia. Si hasta aquí no has perecido es por su fidelidad en cada
circunstancia. Cuando el mañana te parecía gris, el pasado resultó ser de otros
colores porque el que te soporta siempre estuvo ahí. No temas, cree solamente, vienen
tiempos de gran liberación y provisión para tu vida, tal cual lo declara Job
11: 16-18:
“Y olvidarás tu miseria,
O te acordarás de ella como de aguas que pasaron.
O te acordarás de ella como de aguas que pasaron.
La vida te será más clara que el mediodía;
Aunque oscureciere, será como la mañana.
Aunque oscureciere, será como la mañana.
Tendrás confianza, porque hay esperanza;
Mirarás alrededor, y dormirás seguro”
Mirarás alrededor, y dormirás seguro”
Jorge Arévalo
PROMESA DE CONSUELO PARA EL ATRIBULADO
Serie: “Versículos y pasajes edificantes de la Biblia”
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