7 Por un breve momento te abandoné, pero te recogeré con grandes
misericordias.
Dios que es rico en misericordia
te está haciendo vivir un momento especial en la vida en que eres reconocido
como un pueblo que lleva su nombre, no más estás solo y abandonado, estás
rodeado de una multitud que se goza junto a ti de su salvación y que tienen el
mismo propósito de extender su reino con los dones y habilidades con que han
sido investidos. Tu corazón está lleno de alabanza al Padre de la gloria por
sus grandes misericordias sobre ti.
8 Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; pero
con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo Jehová tu Redentor.
La misericordia de Dios es nueva cada mañana y te acompaña
todos los días de tu vida. No hay más condenación para ti, has sido hecho la
justicia de Dios en Cristo. Eres un hijo favorecido, la paz del Espíritu guarda
tu corazón de las aflicciones de este mundo. Eres más que vencedor por medio
Aquel que te amó y te redimió.
9 Porque esto me será como en los días de Noé, cuando juré que nunca
más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré
contra ti, ni te reñiré.
Estás en tu pacto con Dios,
sus promesas son firmes, él no te dejará hasta que haya cumplido todo su
propósito en ti, todo sueño es cumplido, toda hambre de justicia es saciado,
vives en esta tierra para servirle y agradarle. Eres un acepto en el Amado, has
sido salvo por su gracia, estás escondido en la roca que es Cristo y tu vida en
él es segura.
10 Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se
apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo
Jehová, el que tiene misericordia de ti.
Dios ha tenido misericordia de
ti, ha visto tu tristeza, tu esclavitud y has sido redimido. Él te ha traído a
esta tierra de promesa para bendecirte, eres lleno de su paz, no hay más temor
dentro de ti, estás lejos de la opresión del pasado, ahora puedes gozar y disfrutar
con alegría y cántico tu salvación.
11 Pobrecita, fatigada con tempestad, sin consuelo; he aquí que yo
cimentaré tus piedras sobre carbunclo, y sobre zafiros te fundaré.
Tus fundamentos son firmes, no volverás a caer, eres más
fuerte que nunca. Los principios de la Palabra ahora conforman el cimiento de
tu carácter, eres un hombre sabio y maduro, nunca más darás lástima a nadie, ya
no eres el pobrecito abandonado, débil y andrajoso. Dios te ha exaltado en su
misericordia, hoy eres bendición para muchos.
12 Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus puertas de piedras
de carbunclo, y toda tu muralla de piedras preciosas.
Dios te ha adornado con lo
mejor de él, dones, talentos, sabiduría y gracia. El mundo ve en ti el
resplandor de su gloria. Eres un deseado de naciones, varón próspero que logra
hacer realidad los sueños de su amor a Cristo y el compromiso con su misión.
Nada te detiene ahora, puedes volar en
tus alturas haciendo su obra hacia el infinito sin que nada necesites, estás
provisto de todo bien, preparado para bendecir, y ser un instrumento de su
salvación para traer luz y libertad a los que habitan en cadenas y en oscuridad.
Jorge Arévalo
Regocíjate, oh estéril
Serie: “Versículos y pasajes
edificantes de la Biblia”
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