13 Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la
paz de tus hijos.
Los hijos son una bendición de
Dios, cada uno de ellos es una saeta en las manos de sus padres. Así son tus
hijos, son la extensión de tu llamado, los ves crecer en gracia, sabiduría y fe
para con Dios y los hombres. Sus pasos son guiados por el Espíritu Santo para
el cumplimiento de su propósito. No se perderán, están seguros, y a salvo en
las manos del que Vive. Disfrutan del éxito en presencia de sus angustiadores.
Por su buen carácter y valores en el trabajo son recompensados alcanzando
prosperidad en este mundo.
14 Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no
temerás, y de temor, porque no se acercará a ti.
Viviste
en temor por mucho tiempo, pero Dios te dio la victoria, sanó tu alma, renovó
tu mente y fortaleció tu fe. Haz venido a ser libre, hoy tu andar es sin temor,
estás lejos de opresión y caminas en tu autoridad de rey. Dios te hizo justicia.
Las gentes ven con sus ojos lo que Él hizo en ti y le glorifican. Ahora te
buscan. Suplican tu favor.
15 Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí; el que contra ti
conspirare, delante de ti caerá.
Eres un ungido de Dios, ninguno que
levante su mano contra ti queda exento de castigo, eres la niña de sus ojos, su
sombra te cubre, va contigo dondequiera que vayas, su Presencia es tu aliento y
fuerza. Logras caminar de victoria en victoria y de gloria en gloria, las
gentes ven en ti que el cielo te respalda, te temen y no se atreven. Habitas seguro
y en paz en tu morada.
16 He aquí que yo hice al herrero que sopla las ascuas en el fuego, y
que saca la herramienta para su obra; y yo he creado al destruidor para
destruir.
Dios es el Creador de todo, él te
dio vida desde el vientre de tu madre, te trajo a este mundo para ser canal de
bendición a muchos, naciste para hacer historia. No temas hombre de fe, pues, fuiste
creado para grandes cosas. El amor del padre te escogió para levantar, edificar
y formar vidas. Serás padre de muchas gentes. Y reproducirás en tus hijos y
discípulos la gracia, valentía y la prudencia que Dios te dio.
17 Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda
lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos
de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová.
Eres
un victorioso en todas las cosas, continuamente estás siendo llenado de la misericordia
y el poder de Dios. Ninguno hay que ponga su mano sobre ti y te diga que haces.
La fe, la verdad y la paz son las armas en que te escudas. Si el enemigo viene contra
ti por un camino por siete sale huyendo. Aún el falso león no puede devorarte, porque
día a día tienes bien puesto la armadura de los creyentes.
Camina
en la confianza de que Dios está contigo y te sostiene. Avanza lo más que
puedas en la vida, sus misericordias son fieles y te rodean.
Regocíjate
oh estéril, tú que no dabas a luz porque Dios te ha dicho “Más son los hijos de
la desamparada que los de la casada”. Gózate y alégrate porque tu salvación ha
llegado.
Jorge Arévalo
REGOCÍJATE OH ESTÉRIL (III PARTE)
Serie: “Versículos y pasajes edificantes de la Biblia.
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