“Si se
humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren
mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los
cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” (2 Crónicas 7:14)
Recuerdo que este versículo de la Escritura fue muy usado y aplicado por la iglesia del Señor en los años 90. El Movimiento Nacional de Oración en ese entonces asumió el liderazgo de promover la oración cristiana unida alrededor del país. La situación en el Perú estaba mala, las bombas detonadas por el grupo terrorista de Sendero Luminoso en diferentes lugares de la nación era el pan de cada día, había crisis económica agravante debido a la hiperinflación. La mayor parte de la población vivía en extrema pobreza y no había para comer. Entonces, se dio a conocer este texto de 2 Crónicas 7: 14 como emblema para hacer las convocatorias a la oración para la sanidad de nuestra tierra. Los hermanos de la Costa, Sierra y Selva oyeron y aceptaron el llamado de Dios a través de este texto y aún muchos hoy continúan haciéndolo para que Dios nos enviara un avivamiento y reforma sin precedentes en nuestra historia. Veámoslo punto por punto:
Si se humillare mi pueblo,
La ocasión es
más que precisa, Dios habla claramente de un volver el rostro hacia Él, esto
tiene consecuencias. “El que se humilla será enaltecido”, reza el proverbio.
Sólo el Todopoderoso Creador tiene el poder para levantar una nación de su miseria,
y fue eso lo que pasó con el nuestro. La iglesia oró unida en todas las
regiones, Dios obró el milagro. Los líderes terroristas fueron capturados, el
nuevo gobierno ideó un plan económico para derrotar la hiperinflación, familias
enteras parecían sufrir aún más, pero era sólo cuestión de tiempo para que las
reformas dieran resultados, y gracias a Dios que se dio.
Y oraren y buscaren mi rostro.
Santiago el
apóstol, hermano de Jesús habló de lo poderoso que es la oración para cambiar
las circunstancias. “La oración eficaz del justo puede mucho” (Stgo 5:16).
Cuando se habló esta Palabra en Israel con ocasión de la dedicación del templo,
Dios alertó un verso antes, de “un cierre de los cielos para que no haya
lluvia, de una plaga de langosta con poder para destruir sus cosechas, de una peste
mortal capaz de reducir la población”, pero también les dijo que si oraren y buscaren
su rostro él sanaría. Hay poder en la oración.
Y se convirtieron de sus malos caminos
Gracias a
Dios por esos años críticos que pasamos, la iglesia del Perú al humillarse, al
unirse derribando las fronteras denominacionales y buscar a Dios en oración despertó
a un tiempo de mayor consagración y avivamiento, el pueblo de Dios experimentó
un real crecimiento, miles de personas necesitadas del país se convirtieron añadiéndose
al cuerpo de Cristo, hubo un renovar de la santidad en la iglesia, lo cual
permanece aún hasta este tiempo.
Promesa de Dios: “Perdonaré sus pecados y
sanaré su tierra”
Que este día,
que es tiempo de nuevas elecciones políticas en el país, Dios vuelva a
intervenir en nuestra tierra, lo necesitamos más que nunca, los reportes
oficiales de contraloría nos dicen que sólo en la gestión anterior 2011 – 2014,
de los 1846 alcaldes que fueron elegidos
el 92% de éstos están procesados. Y cuál
será el porcentaje de los que terminan este año. Que la mano de corrupción sea
detenida. Y que nuevos líderes conforme al corazón de Dios sean los que emerjan.
“Sana Señor nuestra tierra”. Que la pobreza, la delincuencia, la corrupción de
funcionarios, el terrorismo y el narcotráfico sea eliminada de nuestra tierra”.
Jorge Arévalo
DIOS, SANA NUESTRA
TIERRA
Serie: “Versículos y
pasajes edificantes de la Biblia”
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