Muchos
sabemos que nuestra forma de pensar determina la forma de creer y la forma de
creer determina nuestra manera de vivir. “Porque cuál es su pensamiento
en su corazón, tal es él” dice Proverbios 23 versículo 7.
El pastor Kennet
Hagin en su muy leído libro “El Pensar Bien y Mal”, del cual me
voy a basar para este tema, refiriéndose a nuestra confesión diaria nos comenta: “Si pensamos
mal, creemos mal. Si nuestra creencia es errónea, nuestra confesión lo será
también. Es decir, nuestras palabras serán erróneas como resultado de nuestra
manera de pensar. La Palabra de Dios nos es dada para corregir nuestro modo de
pensar”.
Pablo, el
apóstol nos dice en Romanos 12: 2 "No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta"
(Romanos 12:2). Y en 2
Corintios 10: 5 "Derribando
argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y
llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo".
Confesión. Definición
Hagin define la
confesión de la siguiente manera:
Primero, es afirmar algo que creemos; segundo, es declarar algo que
sabemos; tercero, es testificar de una verdad que hemos abrazado.
En el cristianismo la confesión tiene una gran
importancia porque es la afirmación de algo que creemos, la declaración de algo
que sabemos, y el testimonio de una verdad que hemos abrazado.
El escritor de Hebreos en
el capítulo 4 versículo 14 dice que “es necesario que retengamos nuestra
profesión” (equivalente a confesión). Y en el capítulo Hebreos 10
versículo 23 del mismo libro declara: "Mantengamos firme, sin fluctuar, la
profesión (confesión) de nuestra esperanza (porque fiel es el que
prometió)."
Lo que debemos saber
El pastor Hagin nos relata en
su libro qué es lo que debemos saber como cristianos:
- Primero, es menester que sepamos lo que Dios nos ha hecho en Cristo y que lo creamos y lo confesemos. Es nuestra confesión de ello lo que crea la realidad, y entonces se hace real en nuestra vida.
- Segundo, necesitamos saber lo que Dios ha hecho en nosotros por Su Palabra y por el Espíritu Santo.
- Tercero, es preciso que sepamos lo que el Señor Jesucristo está haciendo por nosotros en Su ministerio de hoy a la diestra de Dios el Padre en los cielos.
- Y Cuarto, es necesario que sepamos lo que la Palabra de Dios hará por nosotros a través de nuestros labios, o lo que Dios puede hacer por medio de nosotros.
Lo que el Señor Jesús está haciendo por nosotros
En el caso del tercer punto Hagin dice que es preciso que sepamos lo que el Señor Jesucristo
está haciendo por nosotros en Su ministerio de hoy a la diestra de Dios el Padre en los cielos. El dice al Padre: "Por ellos
morí; llevé sus pecados; los redimí; fui hecho pecado por su pecado, para que
en Mi puedan ser hechos justicia de Dios; lleve sus dolencias y sus
enfermedades. Yo los libré de la autoridad de las tinieblas; los engendré,
haciéndolos criaturas nuevas.»
Hebreos 4 versículo 14 dice: " Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión"
Lo que Dios ha hecho en
Cristo
En punto nos lleva al hecho de observar en las epístolas de Pablo las expresiones:
"en Él," "en Quien," y "en Cristo». Ejemplo:
- II Corintios 5:17: "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es…»
Un creyente en Cristo es una nueva criatura, es como un colchón nuevo no arreglado. Un creyente en Cristo tampoco es un ser reformado sino es algo que
jamás ha sido. Según una traducción: "Es un género nuevo." Es decir, algo
que no había existido antes. Entonces somos más que pecadores perdonados, débiles, o deplorables miembros de la iglesia, somos nuevas criaturas en Cristo Jesús.
Hagin testifica de un amigo que quiso
recordarle su vieja vida “Inmediatamente él empezó a hablar de las cosas que
habíamos hecho antes de que me hiciese creyente y antes de mi enfermedad. Él
hablaba y se reía de estas cosas, mas yo estaba sentado allí como si llevara
una máscara, como si no supiera ni jota de lo que hablaba Por fin, me dijo: "¿Qué te pasa?
¿No recuerdas estas cosas?" Yo le respondí: "No recuerdo nada". "Tú estás como
si no entendieras lo que digo." Se rió de otra fechoría que habíamos
llevado a cabo y volvió a preguntar: "¿No recuerdas?« Respondí: "Oye,
el individuo que estaba contigo aquella noche murió. Ha muerto". Ahora es una nueva criatura.
- Efesios 1 versículos 7 y 8 dice: “en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia”
Este versículo dice que en Cristo somos redimidos ¿De qué somos redimidos? El libro de Gálatas 3 versículo 13 dice, "Cristo nos redimió de la
maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito:
Maldito todo el que es colgado en un madero)”. Hagin enseña aquí: “Hemos mirado a la ley y hemos encontrado que el castigo
por quebrantar la ley de Dios es triple: La pobreza, las enfermedades, y la
muerte, es decir, la muerte espiritual”. Por lo tanto, el
pecado, la enfermedad y la pobreza ya no pueden enseñorearse de nosotros. ¿Por
qué? Porque hemos sido redimidos en Cristo.
"La creencia y la confesión diaria de lo que Jesús hace ahora a su favor a la diestra del Padre, y lo que Dios le ha hecho en Cristo, edificarán una vida sólida de fe, crecerá hasta no temer las circunstancias, ni ninguna enfermedad, ni ninguna condición. Se enfrentará a la vida sin miedo, será un vencedor".
- Hagin nos cuenta el testimonio de Donald Gee, escritor del libro el Espíritu de Temor “Parece que 105 hombres de su familia tenían la tendencia a morir temprano, alcanzando unos treinta y ocho años, más o menos. Les daba alguna enfermedad a los pulmones. Por eso tenía él un creciente temor a esto y cada resfrío o catarro le recordaba la enfermedad. Fue al médico, quien se dio cuenta de este gran temor. Le dijo al paciente que al abrigar este temor, abría su sistema a esa enfermedad, que este temor le hacia más susceptible a ella. Cuando tenía treinta y dos años, Donald Gee recibió el Espíritu Santo, y Dios le reveló la Escritura de que El no nos ha dado espíritu de miedo. Comenzó a resistir al diablo y se apoyó en la Palabra de Dios. Ahora tiene setenta y ocho años” (en ese entonces).
- Y del doctor misionero John G. Lake. “El doctor John G. Lake fue misionero al África años. No tenía salario, y Dios suplía sus necesidades de maneras asombrosas. La contagiosa y mortífera plaga bubónica invadió su región y morían por centenares. El doctor cuidaba a los enfermos y enterraba a los muertos. Por fin los ingleses enviaron un vapor con médicos, medicinas y materiales. Los médicos invitaron al misionero abordo. Sabiendo que hacia tiempo que estaba en la región, querían saber por qué no le habla dado la plaga.Este respondió: "Señores, creo que la Ley de la Vida en Cristo Jesús me ha librado de la Ley del Pecado y de la Muerte. (Romanos 8 versículo 2). y mientras ando en la luz de esa Ley de Vida, ninguna enfermedad ni ningún microbio puede prenderme. Los médicos le rogaron que tomase uno de los remedios preventivos que tenían. Este respondió: "Señores, puede ser que les interese un experimento. Observarán que los que contraen la plaga mueren con convulsiones, echando de la boca una espuma sangrienta. Si ponen esa espuma debajo de un microscopio, hallarán que contiene millones de microbios vivos, los cuáles sobreviven por algún tiempo. Tomaré de esta espuma sangrienta y pondré la mano bajo el microscopio, y verán que todo microbio que toca mi piel muere. Los doctores estuvieron de acuerdo e hicieron la prueba. Era verdad, los microbios morían al tocar su piel”.
Espero que esta enseñanza y los testimonios de poder que he presentado aquí levante su fe en Dios quizá para creer por su sanación de cualquier enfermedad o dolencia, o creer en un milagro financiero, o alcanzar victoria ante cualquier adversidad por la que puede estar pasando. Jesús hablando de la fe de Dios dijo: “para el que cree
todo lo es posible” (Marcos 9:23).
Jorge Arévalo
Sección: LA OBRA SALVADORA DE CRISTO
Catalogado en: Teología Sistemática
Sección: LA OBRA SALVADORA DE CRISTO
Catalogado en: Teología Sistemática
Por ello a Dios toda la gloria por medio de Jesucristo, quien dio su vida por mi para glorificarse en el poder de Dios Padre...
ResponderEliminarDios lo bendiga pastor Jorge.
Jenkis.
Buenísimo Dios te bendiga
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