martes, 25 de diciembre de 2012

El secreto para acabar con el estrés



Salmos 4:7-8 dice: «Hay muchos que son felices comiendo y bebiendo de más, pero yo soy muy feliz porque mi alegría viene de ti. Cuando me acuesto, me duermo enseguida, porque sólo tú, mi Dios, me das tranquilidad» (TLA)

Esto de acostarse y dormirse en enseguida al parecer no es de muchos en estos días debido al estrés que se ha generado con las compras, obligaciones laborales, fin de curso de los chicos, organización de las fiestas del 24 y del 31 de diciembre.

Debemos tener mucho cuidado con el estrés. Un nuevo estudio revela que las personas que a menudo experimentan estrés tienen altos índices de colesterol y alta tensión. El mismo estudio demuestra que los efectos del estrés en una persona se puede comparar a las consecuencias de fumar cinco cigarrillos al día.

Pero, ¿cuál es el secreto para acabar con el estrés? El salmista nos lo revela en estos versículos:

Cuando nuestra felicidad y alegría proviene de Dios y no de las comidas o bebidas.

No debemos equivocarnos, la verdadera felicidad no está en los placeres de este mundo. Puedes tener la mejor fiesta, beber el mejor vino, comer la mejor comida, pero cuando termina todo el evento, la alegría desaparecerá y el estrés se hará presente otra vez. 

La verdadera felicidad siempre es duradera. Y este sentimiento saludable sólo puede provenir  de una relación de fe y amor que podamos tener con nuestro Dios Padre y el Señor Jesucristo.

  • «Hay muchos que son felices comiendo y bebiendo de más, pero yo soy muy feliz porque mi alegría viene de ti», Salmos 4:7

Cuando nuestra tranquilidad a la hora de acostarnos procede de nuestra confianza en El

La falta de trabajo, necesidades de cosas básicas, deudas, enemigos, fobias, cólera personal, etc., son detonantes para el estrés emocional. Y cuando hay estrés no hay sueño. Las pastillas para dormir y para el insomnio no son la mejor solución. Para una vida tranquila el mejor remedio siempre es la confianza en Dios. Debemos examinar nuestro corazón día a día y entregarle al Señor todos nuestros afanes y preocupaciones, con la confianza puesta en El. Dios prometió pelear por nosotros para que nosotros estemos tranquilos, Exodo 14:14

La confianza en Dios es la mejor arma contra el estrés. Probemos el ir a acostarnos luego de haber pensado en todo lo que hemos hecho en el día y luego orar rindiéndole cuentas y entregándole todas nuestras cargas. Seguro que dormiremos enseguida. 

  • «Cuando me acuesto, me duermo enseguida, porque sólo tú, mi Dios, me das tranquilidad», Salmos 4:8


Jorge Arévalo
Sección: El Señor Jesucristo
Catalogado en: ESTRÉS EMOCIONAL

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